En esos momentos de descontrol interior... cuando hueles la amenaza a una pérdida..., con eso de los climax donde ocurre el exacto lapsus de la valorización del "otro". Si, me refiero a ese otro con el que gracias al consiguiente fluir de los acontecimientos desde una "tonterita placentera" a un algo "mas serio", nos cueste o no aceptarlo, terminamos extrañando si nos separamos de este un poco màs del tiempo al que estamos acostumbrados.
A veces siento que no me acostumbrare, que el maldito peso del instinto lo arruinarà todo en cualquier momento, sin embargo lo extasiada que ha hecho esta etapa de mi vida, la que se ha erradicado en gran modo el "mucho pienso= poco hago" he comenzadoa vivirla ha concho posicionandome a sobre todas las cosas en "sentir", como lo he hecho desde que se me cruzó el personaje justo despues de haber visto "si señor".
si tengo miedo a que el tire la piedra primero y yo salga herida y humillada? si, temo que me haga pagar mi karma. Pero no saco absolutamente nada en ponerme paranoica, pensando en falsedades y deslealtades, debo disfrutar... sacarle el jugo a esto, aunque eso no significara en ningún modo volverme a poner la venda de la idiotez y la ceguera de ese enamoramiento febril adolescente que se fue "cariño" y creeme que no volverá...
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1 comentario:
Bueno, es sabido que todos pasamos por eso alguna vez en la vida.
Me gustó eso de "cuando hueles la amenaza a una pérdida".
Y es verdad que el miedo a perder nuestra independencia, de cambiarla por algo que esperamos que sea mejor, pero que no sabemos si a la larga nos hará más daño, puede ser un punto de desconcierto.
Sin embargo, la vida se compone de riesgos. Si jamás nos arriesgamos, jamás progresaremos, jamás aprenderemos y quién sabe cuántas cosas buenas nos perderemos.
Y si hay que meter la pata, en mi opinión es mejor meterla a fondo ;)
Saludos
(pd: tu escribiste en mi blog hace poco y gracias por eso :D. ¿Pero tú me conoces dede antes? Me dio esa impresion)
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